Un gran clásico. Uno de los compresores más empleados; de los pocos que han adquirido una identidad propia en cuanto al sonido producido. Proporciona un excelente sustain, dinámica estable y sonido con color, mientras evitamos ruido (“pops”) indeseado con una gran efectividad, incluso a elevados niveles de salida.
En cuanto a parámetros, disponemos de dos controles: salida (amplitud) y sensitividad. Más sencillo imposible, y con la calidad que ofrece, lo considero imprescindible para aquellos partidarios de la simplicidad en controles.
Con el nivel de sensitividad controlamos el nivel de compresión de la señal, recortando frecuencias agudas. A mayor nivel, mayor compresión.
De acuerdo con el fabricante, el método de empleo es el esperado: consiste en ajustar el control de salida, de manera que el volumen obtenido es el mismo, tanto si activamos el efecto como si no. Acto seguido, controlamos el nivel de compresión, tanto en sonido limpio como saturado, hasta obtener el deseado. A mayor sensitividad, mayor aproximación entre los volúmenes de salida correspondientes al sonido limpio y saturado. A partir de ahí, ya es elección nuestra mantener el volumen constante, o bien incrementar el nivel de salida (output), a fin de emplearlo como boost de volumen.
Existe una versión mejorada de este pedal: M-132 Super Comp. Se trata de un Dyna Comp con un control añadido: ataque, cuyo objetivo es mantener el volumen de configuración sin perder sustain. A mayor nivel de ataque, menor atenuación, como característica de la compresión.
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